domingo, 29 de enero de 2006

Se repite la historia un año después: ha nevado

Con un sólo día de retraso nos hemos encontrado otro año más con una nevada impresionante. Da gusto ver la nieve en el pueblo. Los niños han podido gozar de algo que no sucede a menudo y los mayores hemos vuelto a apreciar la belleza del paisaje nevado.
Un día como hoy es lógico que se hable del tiempo, pero no por no tener otros temas de conversación, sino porque verdaderamente el espectáculo así lo demandaba. La pena es que dure tan poco, ya al mediodía los tejados blancos se derretían y los canalones chorreaban agua como si estuviera lloviendo. También las goteras, al pasear, te hacían sentir que todo se estaba acabando. Incluso el sol contribuía a que el disfrute fuera tan efímero.
Me encanta beber agua del grifo cuando hace tanto frío, ojalá en verano saliera así de fresca, supongo que será perjudicial para la garganta, pero ...

sábado, 21 de enero de 2006

¡Conseguido!

El segundo maletero de comida ya está en manos de AMANS, que es lo mismo que decir que pronto la disfrutarán esos pobres olvidados por tanto político de uno y otro signo. 30 años de abandono son demasiados, ya es hora de presionar al Mojamé de los cojones para que los deje en paz, y eso significa simplemente que los deje ser LIBRES E INDEPENDIENTES. Con tanta monserga catalanista de nación sí, nación no, nos olvidamos que hay un pueblo perdido entre dunas que quiere ser algo propio: país, nación,... lo que sea, la cuestión es dejar de estar sometido por un rey despótico e hipócrita.

jueves, 19 de enero de 2006

¿Pesimista contento=Optimista?

Hoy estoy más contento, he llenado el maletero de mi coche con comida para los niños saharauis, y lo mejor es que mañana espero llenar otro. El impulso llevado a cabo por mis compañeros y la respuesta del alumnado me ha llenado hoy de orgullo, quizás ayer hice unas valoraciones demasiado precipitadas, a lo mejor no hace falta cambiar tanto en mi Instituto, a veces sólo falta el empujoncito final que tú solo no eres capaz de dar. Está claro que entre todos se rema más y mejor, que la unión hace la fuerza. ¡Qué optimista me siento hoy!

miércoles, 18 de enero de 2006

Por los niños saharauis


Un grupo de amigos que participamos en el llamado foro del lagarto nos hemos propuesto ayudar a los niños saharauis, todos los años se recoge comida para ellos y este año la cosa estaba muy floja.
Es increíble cómo en tan poco tiempo se consigue tanto, a lo mejor menos de lo que nos gustaría, pero sin duda más de lo que los responsables de la asociación AMANS egabrense hubieran soñado una semana atrás.
Un montón de detalles vividos han hecho que mis fibras sensibles se revolucionen, ver cómo un amigo aporta todo el dinero que recaudó con su exposición de fotografía, el cual, por cierto, debía haber tenido otro destino igual de solidario, pasó a manos de otro que cubre el tema de los saharauis, ¡increíble!. Que una señora, que ha recibido esta Navidad alimentos provenientes de una campaña llamada "el kilo" por necesitarlos para su subsistencia, haya ido a donar un kilo de arroz para los niños saharauis es que no se puede describir con palabras. Ese kilo no pesa un kilo, pesa quintales de solidaridad, pesa más que todos los kilos que nosotros seamos capaces de conseguir, ese kilo de arroz te pone los pelos de punta y te hace creer en el ser humano. Para los que no tenemos la suerte de creer en alguien o algo superior, llámese Dios, y nos tenemos que conformar con creer en los humanos esto es una inyección de fuerza imposible de calibrar.
Si algo me tiene descontento de todo este tema es que los alumnos del instituto que dirijo han hecho caso omiso a las llamadas que desde el profesorado se les han hecho para que colaboren, qué decepción más grande. Está claro que el trabajo de los valores debo de fomentarlo más entre ellos porque me apena que esta generación sea el futuro que se nos viene encima. Quedan aún dos días de campaña con lo que voy a darles un voto de confianza, aunque pensándolo bien el voto me lo doy a mí mismo para no llevarme hoy el malrato.

jueves, 12 de enero de 2006

Ánimo a mis amigos Pepe y Ana

Hechos como los que hoy he conocido me hacen no creer en el sistema judicial que tenemos. Hoy me he enterado que un amigo y su familia no ha terminado de despertar de una pesadilla que ya dura demasiado tiempo. Mis amigos Pepe y Ana no se merecen esto.

Resulta que Pepe, que es un profesional de la docencia como la copa de un pino, fue acusado por dos niñas, que pertenecían a un grupo de teatro que él dirigía, de abusos sexuales, lo cual no era ratificado por el resto de miembros de ese grupo, así como por todos los miembros de todos los grupos que pasaron por su dirección teatral. La misma inocencia era apoyada por sus compañeros de profesión y por las familias que le estarán eternamente agradecidas por su dedicación a los demás.

Pero se produce una injusticia como un templo, porque falló el DVD que debía haber grabado el juicio en el que salió absuelto de todos los cargos, parece ser que se debe repetir el juicio. Menuda mierda, desde el propio acto judicial hasta la asquerosa desinformación que da el Diario Córdoba. Indignante que se trate desde un artículo de prensa de rejuzgar a una persona declarada en sentencia como inocente. Ni se habla de los fundamentos de derecho de la esa sentencia, ni se habla de las multitudinarias muestras de apoyo al profesor (en este caso amigo mío, pero como si no lo fuera), ni de los testimonios a su favor, ni de su versión de los hechos. Nada, a alimentar el morbo y a lapidar al declarado inocente, así se crece como periodista, muy bien al tal o la tal M.R. que firmaba la información, por ese motivo me cago en "to" su casta.

Y encima mintiendo, la última frase hace pensar lo "hijo de puta" que hay que ser para decir que la comunidad educativa de Lucena estaba dividida en el apoyo a Pepe. MENTIRA, en su inmensísima mayoría (los que no, eran las partes denunciantes) mostramos el apoyo total al compañero que durante tanto tiempo había demostrado una profesionalidad y una integridad por encima de lo normal. Familias enteras cuyos hijos han crecido educándose en su afición al teatro y que tanto le deben al profesor-amigo han salido siempre al paso de periodistillos/as como el/la M.R., casi seguro que en esta ocasión también lo harán, y ellos masivamente se prestaron como testigos a su favor. ¿Cuántas al contrario?: NINGUNA.

Y me pregunto para terminar: ¿juzgar a una persona dos veces por el mismo hecho es legal en nuestra democracia?, ¡qué vergüenza de leyes y de sistema judicial!

domingo, 8 de enero de 2006

¡BENDITA RUTINA!

A alguien le puede resultar raro que yo esté deseando que acaben las vacaciones de Navidad, pero así es. Mis tres diablillos me tienen ya casi desquiciado por completo, así que por fin mañana tendré la ocupación del trabajo fuera del hogar. Y si os parezco exagerado reto a quien quiera a que pase cuarenta y ocho horas seguidas con ellos, eso sí, no me responsabilizo de las secuelas que puedan quedarle ni de los gastos farmacéuticos que se deriven de dicha experiencia. En fin, que me estoy acordando de una canción de un cantautor argentino afincado hace muchos años en España, se trata del tema La Rutina de Rafael Amor, con la cual os dejo para el disfrute de todos. Por cierto, es del disco El loco de la vía cuya portada veis.LA RUTINA (EL TREN)

Por la vía de los días, va la vida como un tren.
Como un tren desesperado, que no llega a ningún lado,
cada vez más apurado, más violento cada vez.
Va en su ritmo enloquecido, con su carga de oprimidos
van dormidos los cansados, la esperanza la colgaron
en el clavo del olvido, van sin fe, desengañados.
Desvalidos y alienados, idealistas y mendigos,
juntan sol en los bolsillos para el hambre o para el canto,
como pan o como rayo, como luz o como abrigo...
Donde van, donde van...
Prostitutas muy astutas, que se venden con descaro
mientras otras con recato, van rezando con mesura,
entre un cura y un soldado, un beato y una pura.
Traficantes opulentos, un verdugo asalariado, un fenicio con su oficio de estafarte más barato, una monja y su rosario, intrigantes, obsecuentes,
un cafishio un confidente, y burgueses, pobres gatos.

Poderosos empresarios, compran todo con denarios.
No le dan más importancia que a la pérdida o ganancia
de su imperio monetario. No les duelen las maneras,
son capaces por monedas, de llevarte hasta el calvario.
Pacifistas y exaltados, convencidos o comprados,
apocados triunfalistas, mequetrefes de la moda,
respetables sinvergüenzas que se mezclan con los sabios,
energúmenos de turno, moralistas en desuso,
con las vueltas de la noria, van perdiendo la memoria,
con la gloria y los abusos y el poder que los traiciona
se convierten en corruptos, los peores de la historia.
Donde van, donde van...
Van los nobles sin un cobre, van los pobres que son nobles, va el payaso y el gracioso, el obrero y el ocioso,
con el intelectualoide, el honrado y el mafioso,
va el burócrata y el ácrata, aristócratas y esclavos, nuevos ricos y enchufados, el tirano y el demócrata.
Llora el bueno, ríe el malo, el mediocre y el tecnócrata
el enano que ha crecido y se siente un dios subido,
a su triunfo de cartón, y que esconde en el dinero sus miserias de rastrero y su cola de ratón.
Va el idiota y el valiente, el patriota, el mercenario, el travestí y el fumado el eterno indiferente
que se esconde tras el diario, de sí mismo y de la gente. Van los niños olvidados, la ternura sin amparo,
la inocencia traicionada por tabúes, por engaños,
estos niños están listos y mañana marcharán
en el tren desesperado que no llega a ningún lado, que no sabe a donde va, con un grito desgarrado,
que lástima los costados de la enferma sociedad
Libertad, libertad, libertad...

Recitado

A la calle
a buscarlo al torbellino,
a la infame carrera sin sentido,
a poner el pie al que viene al lado.
A vender hasta la madre, a ser vendido.
A besar el pie del amo
a oxidarse en las fábricas, como una máquina más,
en el olvido.
O tragar siglos de sellos y de tinta,
ser un expediente más en la oficina.
Vamos, que el pan no nuestro de cada día
todo lo justifica.
Nada de versos, ni de pájaros,
no se permite, ni un sueño, ni poesía.
Los poetas están llenos de pájaros,
por eso, sueltan alas cuando abren la boca.
Compañera, si pudiéramos pararnos a oír
crecer los árboles, o intuir el aleteo
de las mariposas. Asombrarnos con los pequeños milagros
de la vida. Compañera, es que pasamos de largo casi siempre,
si pudiéramos amarnos sin violencia, lentamente,
abrirnos al sol de nuevo hijo sin pensar
si nos alcanza el bolsillo, cuando nos debería bastar la vida
para hacer la vida.
Si pudiéramos estar poro a poro y con todos los sentidos
latiendo en cada estambre, en cada pétalo,
en cada explosión vital, aún en la más mínima.
Vivir desde cada célula, intensamente pero en paz,
oler a rocío por las noches y a sol. En las mañanas
despertar sin que el martillo de los días
intente clavarnos un número a la espalda.
Si pudiéramos vivir, romper las cadenas.

RAFAEL AMOR

miércoles, 4 de enero de 2006

Ya vienen los reyes

Toda la noche sin dormir y el día pendiente de que un ordenador funcione mínimamente. No hay derecho.
No me entero de que hay fútbol de la copa del Rey hasta después de que ya han dado mil veces los goles de la jornada. No hay derecho.
Compruebo que la ley antitabaco es transparente, ni la he notado, todo sigue igual al menos en los ambientes que yo me muevo. No hay derecho.
Y mañana, ya hoy, es la cabalgata de reyes y volveremos a pasar frío esperando que pasen las carrozas despilfarrando kilos y kilos de caramelos; en muchísimos sitios los niños darían media vida (de la poca que les queda) por chupar un caramelo de los que mañana se pisotearán. No hay derecho.
Y luego los regalos, regalar por regalar, ¡viva la sociedad consumista!, hay que suponer que son gajes del oficio de vivir en el norte, incluso deberíamos de alegrarnos de que así sea; mejor no mirar al sur, pongámonos una venda en los ojos y pensaremos: ahora comprendo por qué no hay derecho.

martes, 3 de enero de 2006

AÑO NUEVO, SIGO CON EL BLOG

Desde la última vez que escribí aquí han pasado muchos meses y muchas cosas, algunas buenas y no pocas malas, quizás algo lógico y natural, tampoco habrá que darle importancia al hecho. Pasó el final de curso, pasó el verano, pasó la feria, comenzó un nuevo curso y pasó ya nochevieja. Todo cíclico. Porque pasarán los reyes, llegarán los carnavales, luego la primavera y la Semana Santa, y cuando menos te lo esperas ya acaba un nuevo curso con San Juan.
Mi vida se mueve en un momento, unas veces gira para acá y otras para allá, pero no deja de moverse, lo que me inquieta y me atormenta por no reflejar la ansiada tranquilidad que siempre sueño.
Los niños crecen, los varones siempre a la gresca, la señorita superando a sus hermanos en rebeldía, genio y nervios. Y yo cada día más agotado, más cansado, más hastiado del servilismo que me imponen, y más tonto cada vez que una carantoña logra borrar todo lo anterior.
En el trabajo mil cambios, mucha responsabilidad, mucho esfuerzo, muchas horas de dedicación y poco fruto inmediato, aunque confiante de que merezca la pena al final.
Año nuevo, vida igual y, sinceramente, deseando que llegue la rutina, en la que tengo pensado incluir el mantenimiento de este espacio. ¿Lo conseguiré?. En un momento lo sabremos.