domingo, 31 de diciembre de 2006

sábado, 30 de diciembre de 2006

Regreso con pena

Después de tanto tiempo sin aparecer por este apagado blog no he podido resistir la tentación de volver para contar la rabia que siento por el atentado perpetrado por los hijos de puta de los etarras. Esa es la noticia del penúltimo día del año 2006, el que se haya ejecutado por ahorcamiento al déspota Sadam me importa poco, por no decir nada.

Pues sí, el dilema se ha resuelto ya, ETA se ha reído de nuevo de otro presidente español, quizás ha sido antes de lo esperado pero la resolución no me ha cogido por sorpresa, esa es la verdad, puesto que siempre había apostado porque esta maniobra era más de lo mismo, una tregua para que los mal nacidos tomaran aire y se rearmaran. Ya lo dice el refrán: el que nace lechón, muere cochino. Y con estos cochinos no cabe más que mano dura hasta que un día no les quede otra que la rendición definitiva.

Demasiados heridos y hasta el momento dos desaparecidos por quienes se teme por su vida, así han hablado, antes no paraban de cuchichear quemando cajeros, contenedores, intentando quemar a un policía, va, menudencias..., ahora se les ha oído alto y claro para todo el que lo ha querido escuchar.

Este presidente al que llaman ZP creía que iba a pasar a la historia por haber acabado con ETA tras un proceso dialogado, ya se veía él en los libros de historia mostrándose satisfecho del logro conseguido y siendo elogiado por futuras generaciones. Pero no, pasará a la historia por haber sido el presidente más pardillo de nuestra joven democracia, un presidente débil, el presidente de las nimiedades tabaqueras, el presidente cangrejo en Educación. Llegó tras el peor atentado sufrido por los españoles y supongo que si mañana hubiera elecciones saldría tras el atentado del "diálogo", ya veremos las encuestas lo que dicen.

Y lo peor de todo es que para mis adentros yo deseaba que este ZP se saliera con la suya y me quitara la razón, por eso mi disgusto, porque una vez más me he salido con la mía... muy a mi pesar.