domingo, 15 de noviembre de 2009

Educación obligatoria hasta los 18, ¡qué estupidez!

No he dicho nada en este blog, aunque sí se ha hablado mucho en los claustros de profesores, de las palabras del actual ministro de educación, el tal Gabilondo, sobre la conveniencia de que la edad de obligatoriedad escolar suba aún más y se sitúe en los 18 años. Yo no sé en qué mundo vive este hombre, ignoro de quién se asesora, desconozco si tiene hijos y cómo es la educación que han recibido o están recibiendo, pero de lo que estoy seguro es de que no tiene ni puñetera idea de lo que es la enseñanza obligatoria en nuestro país, nación, patria o como quieran llamarle.

No voy a hacer aquí un extenso alegato en contra de lo que ha dicho el metafísico
Gabilondo, no vale la pena, lo único que quiero manifestar es que no conozco a ningún profesor de Secundaria que defienda la tesis del exrector de la Universidad autónoma, por algo será.

Parece que Gabilondo a lo único que se dedica es a hablar con esas macroconfederaciones de padres y madres de alumnos, cuyos miembros viven muy bien de este trabajo, por cierto, y les dedica todos sus oídos, a unos porque le van luego a regalar su orejita y a otros para que se diga que escucha a los ultracatólicos. Pero no escucha al profesorado, y diría más, no escucha al alumnado, y creo que estas dos piezas son las fundamentales para el proceso educativo, de hecho el milagro diario educativo se produce gracias a ellos, y créanme que cuando digo milagro, porque si fuera por los políticos haríamos aguas un día sí y el otro también.

Mientras las mentes pensantes se sigan dedicando a gastarse la pasta gansa dando ordenadorcitos al alumnado y pensando que así se arregla todo, en lugar de innovar con programas de reenganche y fomentarlos esto será lo es, y es lo que dicen los informes Pisa, de lo peor de Europa. ¿Y qué nos venden? pues el humo que sale de sus cabezas.

Pd- no he dicho nada de la relación: "obligatoriedad hasta los 18 = menos parados y más estudiantes", y no lo he hecho porque entonces en lugar de pensar que este ministro es torpe, debería de pensar que es siniestro, y por ahora no quiero ni pensarlo.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Contamíname, pero no con los Halloween yankis

Pues no me puedo callar lo que pienso. Sabiendo los orígenes de esta "fiesta" lo que no se puede negar es que ahora lo que se está extendiendo en España es una copia de la tradición americana. Al final todo queda en puro negocio con el rollo de los disfraces y la excusa de hacer fiestas para el divertimento del personal. Las tradiciones se pierden en aras de una moda que se han empeñado en meter con calzador. En los colegios se ha fomentado mucho esta "fiesta" por los maestros de inglés, flaco favor nos están haciendo, ahora el bilingüismo quedará en hacer el panoli copiando las estupideces de los yankis.

Algunos pueden decir que esto de Halloween es aquí una fusión de tradiciones, y no está mal eso de fusionar, contamíname que diría Pedro Guerra o que cantarían Victor y Ana, pero contaminame con tus ojos y con tus bailes, con los labios que anuncian besos y así contamíname, mézclate conmigo que bajo mi rama tendrás abrigo. Porque quienes nos pueden contaminar con eso son los que nos cuentan el cuento del árbol dátil de los desiertos, los ritmos de las argucas, los ritmos de los tambores, los ritmos de los busuquis, los ojos negros, la danza inquieta del hechicero. Pero no quiero contaminarme con los que oprimen a todos esos, los que no tienen tradiciones porque no tienen historia y quieren exportar lo robado como propio, no sólo Halloween, recuerdad lo de Papá Noel que es más de lo mismo.

Lo siento, en un país donde lo que sobran son fiestas, a la par que trabajo, no entiendo ni entenderé estos productos norteamericanos que no aportan absolutamente nada. No obstante, quien quiera seguir los pasos de los yankis le deseo que disfrute, yo sigo con aquel famoso "yankis, go home".