Aunque a mi amigo Pep no le guste, voy a volver a calificar de cursiprogres a los que tan magistralmente ridiculiza Javier Marías en su artículo de hoy. Es que somos la polla en verso, yo no sé de qué leche van estos izquierdistas que prohiben, ojo prohiben, que Rajoy dé unas palabras en un instituto en el que se han dado bastantes mítines políticos y que prohiben a un ejercito defender a sus conciudadanos poniendo las vidas de éstos en peligro.
Que sí, que sí, que algún sectario estará pensando que me estoy haciendo reaccionario. Vale pae, si aplicar el sentido común y ser crítico es ser reaccionario pues para ti la perra gorda. Pero que sepan aquellos que se quieren dar de progres que para mí no son más que un atajo de cursiprogres insensatos. Lo dgo también, por ejemplo, por el tema de las pastillas del día después, ¡vamos, vamos!, o por el tema de la edad y la falta de consentimiento de los padres en la reforma de la ley del aborto.
Resulta que una alumna del instituto en el que trabajo no puede salir del centro sin que su madre o padre la recoja y firme expresamente en un libro de salidas el por qué, debido a que así lo dictan las normativas educativas para los alumnos de una etapa obligatoria. Tampoco esa alumna iría a la cárcel si delinquiera, por ejemplo, matando a una compañera, no, porque es una menor. Esa misma alumna tampoco puede ir a votar a las elecciones al Parlamento europeo, aunque sea una chica muy madura, preparada y responsable, tanto que se ha didicado a informarse por su cuenta y ahora sabe del gobierno de Europa lo que no saben ni muchos políticos del tres al cuarto que por ahí pululan, no, no puede votar por no ser mayor de edad.
Pero eso sí, esa alumna puede abortar por decisión propia porque "la Bibi y la Trini" lo dicen, ¡ahí es ná!, y encima dicen que eso es lo que piensan la mayoría de los españoles, ¡toma del frasco, Carrasco! ya me gustaría a mí saber quiénes son esos "expertos" que tan bien las asesoran, esos cursiprogres que saben de la vida lo que los demás mortales somos incapaces de ver. Y además, esa alumna puede ir a una botica a comprar, sin control alguno, la píldora del día después, vamos como si quiere ir todos los fines de semana a por una pastillita, eso sí, a lo mejor esa alumna es una desaprensiva y no tiene ni idea de las consecuencias que le pueden traer el consumo absusivo y aleatorio de la famosa pildorita.
Sé, se sabe que en el PSOE ya hay muchas voces discrepantes con las decisiones de estas dos cursiprogres, avaladas por el cursiprogre mayor, ZP, que de crisis sabe poco y de menores creo que sabe menos. Pero parece que había que darle vidilla a las feministas de pro, a esas que entienden la igualdad como la sumisión del hombre como castigo por el pasado opresor hacia la mujer, esas que piensan que la igualdad es que la mujer sea tan estúpida como el hombre en campos donde nos llevaban ellas ventaja.
Ahora bien, con el laicismo puro y duro no se atreven, contra la iglesia no son capaces de enfrentarse dando el certero paso adelante hacia un estado verdaderamente laico. No, para eso son cabardes, mezquinos, hipócritas. Para eso no son progresistas, ¿y saben por qué? porque estos no son verdaderamente progresistas, son una partida de cursiprogres que prohiben, mutilan, cercenan y censuran en un instituto de Cabra la voz del jefe de la oposición de este país.
Que sí, que sí, que algún sectario estará pensando que me estoy haciendo reaccionario. Vale pae, si aplicar el sentido común y ser crítico es ser reaccionario pues para ti la perra gorda. Pero que sepan aquellos que se quieren dar de progres que para mí no son más que un atajo de cursiprogres insensatos. Lo dgo también, por ejemplo, por el tema de las pastillas del día después, ¡vamos, vamos!, o por el tema de la edad y la falta de consentimiento de los padres en la reforma de la ley del aborto.
Resulta que una alumna del instituto en el que trabajo no puede salir del centro sin que su madre o padre la recoja y firme expresamente en un libro de salidas el por qué, debido a que así lo dictan las normativas educativas para los alumnos de una etapa obligatoria. Tampoco esa alumna iría a la cárcel si delinquiera, por ejemplo, matando a una compañera, no, porque es una menor. Esa misma alumna tampoco puede ir a votar a las elecciones al Parlamento europeo, aunque sea una chica muy madura, preparada y responsable, tanto que se ha didicado a informarse por su cuenta y ahora sabe del gobierno de Europa lo que no saben ni muchos políticos del tres al cuarto que por ahí pululan, no, no puede votar por no ser mayor de edad.
Pero eso sí, esa alumna puede abortar por decisión propia porque "la Bibi y la Trini" lo dicen, ¡ahí es ná!, y encima dicen que eso es lo que piensan la mayoría de los españoles, ¡toma del frasco, Carrasco! ya me gustaría a mí saber quiénes son esos "expertos" que tan bien las asesoran, esos cursiprogres que saben de la vida lo que los demás mortales somos incapaces de ver. Y además, esa alumna puede ir a una botica a comprar, sin control alguno, la píldora del día después, vamos como si quiere ir todos los fines de semana a por una pastillita, eso sí, a lo mejor esa alumna es una desaprensiva y no tiene ni idea de las consecuencias que le pueden traer el consumo absusivo y aleatorio de la famosa pildorita.
Sé, se sabe que en el PSOE ya hay muchas voces discrepantes con las decisiones de estas dos cursiprogres, avaladas por el cursiprogre mayor, ZP, que de crisis sabe poco y de menores creo que sabe menos. Pero parece que había que darle vidilla a las feministas de pro, a esas que entienden la igualdad como la sumisión del hombre como castigo por el pasado opresor hacia la mujer, esas que piensan que la igualdad es que la mujer sea tan estúpida como el hombre en campos donde nos llevaban ellas ventaja.Ahora bien, con el laicismo puro y duro no se atreven, contra la iglesia no son capaces de enfrentarse dando el certero paso adelante hacia un estado verdaderamente laico. No, para eso son cabardes, mezquinos, hipócritas. Para eso no son progresistas, ¿y saben por qué? porque estos no son verdaderamente progresistas, son una partida de cursiprogres que prohiben, mutilan, cercenan y censuran en un instituto de Cabra la voz del jefe de la oposición de este país.
