domingo, 27 de enero de 2008

No id a misa

Javier Marías toca muy bien las teclas para aclarar desde su punto de vista (que coincide plenamente con el mío) las mezquindades de esta Iglesia católica que llevamos padeciendo tantos años. Es cierto que ha habido momentos de luz, pero las penumbras siniestras y las sombras tenebrosas son las que ahora nos martirizan. ¡Qué suerte tuvimos con Tarancón en la transición! ¿te imaginas que se hubiera tenido que hacer con Rouco, Cañizares, García Gasco y similares? No sé, sería jugar a videntes, pero me temo lo peor.

Los obispos del sur se reúnen para terminar decidiendo que en sus pastorales van a pedir el voto para un partido político, me da igual que alguien salte con que eso no es así, pero todos sabemos que sí lo es, si no de forma literal sí de forma encubierta. Y no está mal que lo hagan, no es eso lo que les censuro, cada uno puede ejercer libremente su opinión y hacérsela saber al resto, lo que pasa es que si ellos entran en política me facultan descaradamente para que yo o cualquiera pueda entrar en temas de Iglesia católica. De ahí que me haya decidido a hacerlo desde ahora mismito, por eso voy a pedir en este blog a todos sus lectores que no perdáis el tiempo en asistir a las misas-mitin del sur, que no perdáis el tiempo en celebraciones donde sólo podéis oír y callar como es propio en una entidad antidemocrática, donde quien no tiene ni idea de lo que es tener hijos y criarlos te va a hablar de la familia, mejor de su modelo de familia que por supuesto creen que es el único, donde quien sigue por el voto de obediencia los postulados reaccionarios de unos obispos caducos y trasnochados te va a recordar el peligro de los homosexuales, donde te venden la bondad de un Jesús Cristo con la maldad de los pajilleros que se reconcomen, donde durante casi una hora los vas a oír decir lo contrario de lo que hacen, y no perdáis el tiempo ya que en la vida hay personas que nos quieren y con las que podemos desahogarnos sin necesidad de acudir a un desconocido que mide tu moral y te impone una penitencia. Definitivamente os pido, porque estoy en mi derecho, repito, que no vayáis a misa ni os relacionéis con gente represiva e intolerante.

Había gente que temía que no en tiempos muy lejanos se acabara el circo. Pueden estar tranquilos, mientras que sigamos teniendo estos jerarcas eclesiásticos el circo está garantizado, además debería llamarse “El circo del cara al sol”, algo que nos distinguiría del famosísimo circo oriental, aunque ambos coincidentes en tener fieras, malabaristas, trapecistas y, como no, payasos.