sábado, 8 de diciembre de 2012

El Misterio


Vaya por delante mi profundo respeto a todas y cada una de las personas que en sus creencias religiosas sienten a un dios por bandera y que tienen en Él una fe más o menos constante. Tengo familiares y amigos que están en este supuesto y no puedo por más que mirarlos, a la par que con cariño, con incredulidad, porque a muchos de ellos los tengo por personas inteligentes y que usan el raciocinio para su desarrollo vital. Los que me desorientan más son los que además comulgan con las iglesias que dan cobijo a estos dioses, sobre todo con la católica a la cual le dedicaré los próximos párrafos. Pero no todos creen en la Iglesia católica, muchos creen en Jesús como Cristo y, por tanto, Dios, pero no en todo el montaje que los hombres hicieron tras su creída resurrección; lo que pasa es que a veces les cuesta no seguir rituales que han mamado desde pequeños y que confunden su fe. También los hay capillitas, y la mayoría conscientes de la lejanía que existe entre los semanasanteros y la Iglesia católica, incluso entre ellos mismos por ser de distintas cofradías. Todo esto lo puedo decir yo que para eso no pertenezco a ninguna de ellas, por eso puedo ser capillitamente incorrecto, ellos difícilmente se atreverían a manifestarlo en público.
Los que hemos tenido la suerte de disfrutar en estos años atrás (no sabemos si seguiremos haciéndolo) de las Jornadas Mitraicas de Cabra, hemos podido oír al joven profesor Israel Campos comentarnos en qué consisten las religiones mistéricas entre las que estuvo el culto a Mitra, y se supone que no está la católica, puesto que ésta siempre está dispuesta a darle explicación a todos los misterios que pueda plantear. Sin embargo, cuando por estas fechas muchas familias ponen sólo el portal de Belén y no montan un Belén (entiéndaseme sin dobleces) se dice que se va a poner el Misterio.
A partir de ahora va a haber que buscar otra denominación puesto que el Papa alemán se ha puesto manos a la obra y se acabó el misterio, o al menos parte del mismo. En su nuevo libro ha decidido que la tradición de poner la mula y el buey junto al pesebre del niño Jesús no se corresponde con la realidad que cuenta la Biblia, como si lo demás que cuenta ese sagrado libro sí que se correspondiera. Pudiera ser que este hombre haya decidido dedicar lo que le queda de vida a ir desmontando todos y cada uno de los misterios inexplicables de ese libro, y éste o el de la estrella supernova y la procedencia tartésica (andaluza) de los reyes magos sea una avanzadilla. Sin salirnos del Misterio, la virginidad de María que va a dar a luz tendrá miga que contar, la aparición de un ángel para anunciar la venida de Jesucristo dará que hablar y la fecha de este nacimiento otro tanto. Mucha prisa se va a tener que dar porque de edad anda avanzado y la tarea que tiene por delante me parece extenuante. Ni Juan José Benítez ha tenido tantos misterios que resolver en sus Caballos de Troya, ya que éste se ha ceñido sólo al Nuevo Testamento y la Biblia es mucho más.
Con la que está cayendo y a estas cosas se dedica el jefe del Estado del Vaticano, claro que en su país no hay crisis, al menos económica, no sé si de fe andan bien despachados, es de suponer que sí. Así que el Papa de Roma, en sus ratos de meditación trascendente especula sobre el portal de Belén, aviado va si algún día le da por explicar el misterio de algunos villancicos y nos encontramos con que en otro libro nos dice que los peces en el río no pueden beber y volver a beber por ver al Dios nacido, y que no nos empeñemos en mirar cómo lo hacen. Ah, y cómo en el portal de Belén hay estrellas, sol y luna, las tres cosas a la vez no caben ni pueden coexistir en el tiempo, otro misterio más, me temo que todo quedará reducido a la Virgen y San José, y el niño que está en la cuna.
Pero no se queda sólo en estas lides el Papa de Roma, también lo hemos visto con una tableta electrónica delante de sus ojos y cómo con sus santas manos tocaba la táctil pantalla. Se la puso un cardenal, supongo que ese sería el rango, y no pude más que sentir anacronismo con esas gentes vestidas con faldones y vendiendo al twittero “pontifex”. - ¡Esto es cosa del diablo!- imagino que debió exclamar la primera vez que la tocó. Pero ya lanzado a las TIC, también encendió un árbol de Navidad desde una tableta, ojo, debatiéndose en los mentideros internautas  por qué lo hizo desde una Sony y no desde una IPad. Cualquier mal pensado creerá que el aparecer con una u otra marca le habrá reportado beneficios económicos…
Qué contento debe de estar su santidad Ratzinger con nuestro gobierno derechista, y más con el ministro Wert, quien a este paso lo beatifica telemáticamente. El repelente ministro de Educación, que seguro que quiere pasar a la historia sí o sí, caiga quien caiga y sea como sea, nos ha hecho retroceder en el tiempo muchísimos años y ha vuelto a darle a la clase de religión el carácter de asignatura computable para el expediente final del alumnado. Por favor, los que sabemos de qué va esto tenemos que estar indignados con la decisión y me gustaría que se enterara quien de esto sabe poco o nada.  Solamente este penoso asunto me daría para varios artículos, así que por ahora resumiré diciendo que me temo la vuelta de los crucifijos a las escuelas públicas y un alza en las matrículas de religión para subir nota con vistas a poder elegir carrera. La lucha por la escuela pública laica está más candente gracias a ultraconservadores como el ministro, es lo único que puedo agradecerle. Benedicto le agradecerá que se implante como libro de texto el último que él ha escrito, o quién sabe, a lo mejor entre misterio y misterio le da tiempo a escribir un nuevo catecismo.

Por Joaquín Caballero Ortega, publicado el 8 de diciembre de 2012 en surdecordoba.com 

martes, 6 de noviembre de 2012

Tanto monta, monta tanto


De las pocas cosas que hoy día me atrevo a tragar de lo que sirve el menú televisivo está la serie sobre Isabel la católica. Seguramente que los puristas en historia que hayan decidido verla pondrán mil pegas sobre su rigor historiográfico y hablarán negativamente de las licencias televisivas de los guionistas y director. Es lógico que esto ocurra por deformación profesional, pero al margen de ello creo que la serie nos muestra aspectos fidedignos de nuestro pasado muy honrosos de tener en cuenta en nuestros días. Intentaré explicarme.

Hasta ahora, para quien no esté viendo la serie, he de decir que trata de la época en la que Isabel de Castilla pugna por el trono de ese reino contra su hermano Enrique IV. Se muestran las luchas sanguinarias por el poder, más alentadas por los nobles influyentes y por la iglesia que por los propios miembros de la realeza, quienes, aunque a veces reticentes, suelen ceder a los consejos de aquellos. Evidentemente que el pueblo llano no decide nada, sino que sucumbe a las decisiones de los poderosos con mansedumbre miedosa y pagan más y más impuestos para financiar sus batallas. ¿Tiene parangón esta situación con la actualidad? Guardando las distancias yo veo que la nobleza y el clero han sido sustituidos por los mercados financieros y la banca, mientras que la realeza es ahora la casta política gobernante, sean populares o socialistas. ¿Y el pueblo? El pueblo casi igual, pagando más IVA, sufriendo recortes, despidos baratos, desahucios vergonzosos y bajadas de sueldo o congelaciones, y siempre manso.

Las intrigas palaciegas forman parte de la serie y le dan un ingrediente televisivo para que el espectador se mantenga pendiente de la pantalla y no se deje llevar por las tentaciones de Morfeo. Envenenamientos, traiciones, deslealtades, amores e infidelidades se entremezclan en los dos bandos, donde con la excusa del bien de Castilla todos buscan su interés personal para llegar más alto. Vaya, vuelvo a mirar nuestra época actual y cambiando las caras de los actores por las de nuestros mandamases me encuentro lo mismo, si acaso los amoríos no están tan a la vista, aunque seguro que haberlos haylos. Si ahora no se envenena para quitar de en medio al enemigo, sirva la lengua envenenada de muchos para atacar sin piedad al oponente (no digo enemigo porque ahora ya sabemos que todo es políticamente correcto…). Y lo que se cuece en el seno de los partidos políticos no me digan que de traiciones y deslealtades se queda corto. Eso sí, ahora todo es por el bien de España.

Las contiendas entre los propios castellanos son por ahora las que marcan el hilo argumental, presentando a Andalucía como una parte de la península donde los reinos de Taifas ayudaban a sufragar las guerras castellanas dando algún que otro problemilla. Aragón está a mal con Francia  y con Cataluña existen refriegas, por eso parece que sería conveniente la unión de Fernando el católico con Isabel. Todos sabemos que esa unión daría lugar a la unificación de territorios y quedaría algo parecido a lo que hoy es España. Mientras que la serie de la 1 nos habla de unión, los telediarios no dejan de hablar de la independencia de Cataluña y del País Vasco. El dicho de que la unión hace la fuerza parece que ha quedado como frase del pasado, porque Arturo Más e Íñigo Urkullu se han encargado de decir lo contrario, quizás para que no se hable de otras cosas, como por ejemplo de la pésima gestión del gobierno que preside el catalán y que ha dejado a su comunidad autónoma casi arruinada.  La unión de España siempre en equilibrio sobre un alambre, unión impuesta o unión querida, ese es el dilema.

Algunos  de los protagonistas de la serie que me están llamado la atención son los nobles, así el personaje de Juan Pacheco es la imagen viva de un magnífico manipulador y egoísta sin escrúpulos. O la de su enemigo Beltrán de la Cueva como un caballero venido a más, fiel pero hasta cierto punto. .. La de Chacón, que se desvive por Isabel desde que era niña. La de Mendoza, cuya obsesión es que Juana la Beltraneja sea la heredera en lugar de Isabel. ¿Existe parangón en nuestra sociedad? Yo lo tengo claro y el sí es rotundo; de otra manera y con otras formas, por supuesto, pero pónganle caras ustedes mismos.

Pero sin duda alguna, los personajes que más se apoderan de mí son los eclesiásticos. Ese arzobispo belicoso, ambicioso y mujeriego me parece magistral, por eso Alfonso Carrillo consigue satisfacer mis necesidades morbosas como espectador. Tampoco está mal el de Sevilla, monseñor Fonseca, que no le anda a la zaga al toledano. El nuncio papal, De Véneris, y el mismísimo papa Paulo II andan rebañando de unos y de otros con tal de enriquecerse más y más. Vamos, como durante siglos y siglos ha sido la iglesia católica, incluso llevan las mismas vestimentas (algo más que anecdótico) y se sitúan en el ultraconservadurismo. Está claro, y nos podemos sentir afortunados, de que hoy la iglesia católica no tenga ese poderío  (sin embargo no puedo remediar ver a Rouco como Carrillo y a Demetrio, obispo de Córdoba, como Fonseca),  pero gracias a nuestro actual gobierno rajoniano ya sabemos que se siente como pez en el agua; nada de recortes para ella, nada de quitarle privilegios impositivos, nada de acabar con los puestos de los profesores de religión en la escuela pública. Nada tiene que intrigar Rouco con Rajoy porque ya saben aquello de “tanto monta, monta tanto…”.

Por Joaquín Caballero Ortega, publicado el 3 de noviembre de 2012 en surdecordoba.com

viernes, 24 de agosto de 2012

¡Ay corazón!


Resulta descorazonador pensar en el futuro, pero no ya por los que tenemos una edad cuajada, más bien por nuestros hijos e hijas. Y digo descorazonador y no otra cosa porque se trata de lo que más quieres y por lo que más sufres. El amor y el sentimiento profundo de cariño siempre ha estado unido a este órgano vital, aunque científicamente parece que se demuestra que todo es cerebral, y que son la dopamina, la oxitocina, la vasopresina o la adrenalina entre otras, las que nos alteran, sin desdeñar que ello cause a su vez en nuestro corazón movimientos arrítmicos, incluso que nuestro estómago note esas “mariposas” tan características. Miras a un hijo sin que te vea y piensas qué será de él. Luego se ponen en juego todo lo expuesto y sientes algo tan indescriptible que te revienta no tener la capacidad dialéctica para ponerlo por escrito, quizás porque es imposible o quizás por tu torpeza.
Pues bien, las condiciones en las que se encuentra la sociedad actual en cuanto a economía y empleo dan para sentir a menudo esos síntomas cardiacos. Sin contar con las alteraciones que se provocan los viernes tras los consejos de ministros y sus posteriores comunicaciones, que primero te tienen el alma en vilo y después te perforan el pericardio. Y cuidado, que después de estos envites seguimos ahí tocados brutalmente en Educación, Sanidad y Servicios Sociales, por citar los que constituyen nuestros pilares de sociedad avanzada, aunque ya sabemos que los lancetazos también han llegado a otros campos, digámoslo así, más prescindibles.

Vida sana y deporte se nos recomienda para cuidar el corazón, excelente, pero cada día va a costar más conseguirlo, puesto que comer bien es más caro –mientras que ingresamos menos- y el desasosiego está haciendo que los vicios del tabaco y el alcohol aumenten por la desesperación de mucha gente. Así es difícil pensar en practicar deporte, ya que sabemos que ello supone un sacrificio y no se está dispuesto a incrementar el número de los muchos que ya se hacen a diario, por lo que también parece haber aumentado la cómoda práctica del sillónball

Latidos incontrolados sentimos cuando vemos imágenes en las que se alienta a asaltar supermercados, y más aún cuando se justifica esa acción con el Código Penal en la mano alegando “una situación dramática”. Sánchez Gordillo, el alcalde de Marinaleda y parlamentario andaluz de Izquierda Unida, ha sido el promotor de esta acción que, sin duda, ha pretendido dar un aldabonazo en la conciencia social y política de este país. No es santo de mi devoción este hombre, lo confieso, pero tanto en su postura contra el pacto andaluz PSOE-IU como en su valentía en este inaudito asalto le doy la razón. Evidentemente que entrar a saco en los supermercados robando comida no es la forma para salir de la crisis, ni siquiera la solución definitiva para unas cuantas familias, pero insisto en el fondo, sólo se trata de una llamada de atención para denunciar que las instituciones públicas no están haciendo todo lo que pueden y deben para procurar comida a todos nuestros conciudadanos.

Y mientras, siguen entreteniendo a una gran masa de población con programas que llamamos del corazón, cuando lo que se debería es de educar a esos televidentes en el fomento de la cultura, del conocimiento, del saber. Claro, que si se enseña a eso se acabarían los programas basura de gallineros incontrolados de dimes y diretes que mantienen a la gente alelada y alejada de hablar de Rajoy para centrarse en Belén Esteban. Sé que muchos estarán pensando que poca diferencia hay entre ambos sujetos, pero seamos sensatos y veamos que mientras que el presidente del gobierno tiene en su mano el poder sacarnos de este agujero, precisamente por tener mucho poder, la que se lió con un torero famoso lo único que tiene y quiere es hacer caja para mantener un buen ritmo de vida, y nada puede hacer por nadie más allá de entretener perniciosamente. Ahora bien, ¿quién tiene más corazón, Rajoy o la Esteban? ¿Difícil, eh?

Y si algo no quiero que falten en estas líneas son las corazonadas. Muchos dicen que las tienen y que luego ven que lo han sido, es decir, que se ha cumplido lo que sentían que podía suceder sin tener ninguna explicación científica para ello. Creo que todos las sentimos, aunque no siempre las demos a conocer más que nada por temor al error y luego a la burla posterior, pero están presentes en nuestra cotidianidad y no las debemos confundir con simples pronósticos. La corazonada nace de dentro, de dentro de no se sabe qué, quizás del propio corazón, quizás de un hemisferio cerebral. Dice Eduardo Punset: Es cierto que en la última década ya habíamos descubierto, aunque no lo aceptara casi nadie, que las corazonadas o -por llamarlas por su nombre científico-, las intuiciones o el subconsciente eran una fuente tan válida del conocimiento como la razón”. Caramba, luego añade que “… Lo que están demostrando los últimos experimentos efectuados es que el nuevo concepto de inconsciente implica que la conducta de una persona puede ser el resultado de algo que ha ocurrido en el entorno sin necesidad de un acto consciente por su parte... El inconsciente por su cuenta es responsable no solo de la mayoría de las decisiones que tomamos, sino incluidas las de mucha importancia por la sofisticación o complejidad de los procesos cognitivos implicados”.  Vaya, después de esto solo me queda pensar que si las corazonadas vienen del subconsciente, el corazón no es consciente de su inconsciencia. Lástima, pues, de las personas que no tienen corazón… que me entienda quien me entienda.

Por Joaquín Caballero Ortega, publicado el 23 de agosto de 2012 en surdecordoba.com

jueves, 12 de julio de 2012

El modisto


Recuerdo que cuando era joven se abrió una tienda en Cabra a la que todo el mundo llamaba la de El Modisto, lugar que hoy sigue ahí luciendo preciosos trajes de corte y confección femenina. Me llamó entonces la atención el apelativo del local, porque en vista de lo que se exhibía en el escaparate se trataba de una persona que diseñaba y cosía ropa femenina, vamos, que era un sastre de toda la vida pero que en lugar de hacer trajes de hombre los hacía de mujer. Lo que pasa es que ya sabemos que para darle un toque de modernidad a las cosas se suele recurrir a esconder las palabras de siempre y sustituirlas por otras que suenan mejor.

Siendo en su oficio muy bueno, no es del modisto-sastre de Cabra del que me voy a ocupar, sino de otro que está demostrando que en su oficio no es nada bueno y que para lo que verdaderamente sirve es para ser modisto, quizás su vocación frustrada. No es otro que el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, el hombre del corte fácil y mala confección, el sastre que lo mismo le corta un traje a los funcionarios que le mete la tijera a los pensionistas, a los parados, a los enfermos, a los alumnos universitarios o al sursuncorda si se pone en su camino. Eso sí, con los banqueros no se atreve, con los grandes defraudadores tampoco (hasta los perdona…), ni con los de las rentas altas, tampoco con las innumerables empresas públicas creadas para dar cobijo a los militantes de los partidos gobernantes, ni con las Diputaciones, Mancomunidades, Agencias de esto y de lo otro, y menos con los verdaderos culpables de esta caótica crisis, que son los maquiavélicos mercados financieros con sus nombres y apellidos muy poco conocidos y los políticos nefastos que pululan por doquier, no sólo no se atreve, sino que a unos les dora la píldora y con los otros se compincha.

El modisto mentiroso se rodea en su taller de otros subalternos que lo mal aconsejan, tejedores expertos como Montoro y de Guindos que por detrás cortan y cortan sin misericordia. Hace poco prometían unas cosas porque estaban en campaña electoral y ahora hacen otras sin rubor alguno, haciéndonos creer que no hay más remedio. Y eso es mentira, muchos catedráticos de economía ya nos han contado que hay otras formas de hacer frente a esta lacra y que se puede hacer sin que paguen las clases medias  todos los patos. Lo de los funcionarios es indignante, y no lo digo por ser uno de ellos, es que no hay derecho que los que antes eran unos parias de poca monta y poco sueldo, ahora parezca que son los ricachones que tienen que sacar al país de los males donde los políticos lo han metido. Y encima incrementando más sobre el colectivo esa mala imagen de vagos injustamente extendida. El modisto gallego fue ministro de Administraciones Públicas con Ansar y parece mentira que haya aprendido tan poco de nosotros, una muestra más de su enorme torpeza.

Y nuestro modisto también acaba de dar unas puntadas por la sisa del IVA, parece que tiraba un poco y ha decidido subirlo. Al final va a dejar España más que como un traje a medida como un disfraz de Saturno devorando a sus hijos. Porque además no pensemos que el sastre ya se va a quedar quieto, auguro más recortes, sí, esto empieza a ser su droga que no controla y que a poco de dejarla le entra el mono y vuelta a la carga.

Si algo me reconforta es no haber sido nunca votante del modisto ni de su partido, no quiero ni pensar lo que estarán sintiendo algunos que lo fueron en las pasadas elecciones y que están padeciendo la tijera impenitente en sus carnes, porque este sastre es de los que te prueba el traje y te clava los alfileres cada dos por tres. 

El anterior presidente, Zapatero que no modisto, lo hizo rematadamente mal, basta con recordar que nos quería sacar de la crisis, que negó durante mucho tiempo, reduciendo la velocidad en las autovías a 110. ¿Por qué tenemos en el poder a esta gente tan lerda? ¿Sería posible una política sin partidos controladores y todopoderosos? Es lamentable comprobar que ni la rosa ni la gaviota sirven para servir y sí para servirse.

La historia recordará a Rajoy por sus hechos, de la crisis saldremos algún día porque así tiene que ser, pero con seguridad no será por la gestión del modisto. Los libros no hablarán de él como de Giorgio Armani, ni como de Elio Berhanyer, más bien creo que su obra le dará crédito para entrar en las hemerotecas como el patético Mariano manostijeras.

Por Joaquín Caballero Ortega, publicado el 12 de julio de 2012 en surdecordoba.com

martes, 22 de mayo de 2012

Esperpentos y Caprichos


Si tuviéramos la suerte de poder contar en nuestros días con el gran dramaturgo D. Ramón Mª del Valle-Inclán, tendríamos la oportunidad de comprobar si su talento era capaz de plasmar en su obra la realidad actual, evidentemente sería a través de su género más peculiar, el Esperpento. No lo dudo, el maestro tendría una ocasión única para nutrirse de situaciones idóneas y así su pluma fluiría con pasmosa celeridad, encontrando modelos por doquier, inspiradores de obras tan valiosas como la mismísima Luces de Bohemia

Y qué sería de la pintura española actual si D. Francisco de Goya disfrutara de este último lustro del siglo XXI. Ni su sordera le impediría oír con claridad las barbaridades de este mundo rocambolesco que estruendosamente se nos muestra a diario,  contradiciendo nuestra razón y creando monstruos que el genial grabador dejaría plasmados en Caprichos maravillosos. Aguafuerte, aguatinta o punta seca servirían para que las impresoras modernas quedaran ridiculizadas por el arte del maño, y ni Barceló ni Antonio López tendrían nada que objetar ante su maestría.

Lástima, hemos perdido la oportunidad de disfrutar de estos dos grandes artistas en nuestra época, sólo nos queda imaginar lo mucho que daría de sí su obra hoy en día, nos queda pensar cómo los esperpentos lucirían con los caprichos, intuir cómo el teatro de Valle-Inclán mostraría su lenguaje más desgarrado, imaginar los trazos lineales de Goya en un grabado que nos dejara ver su visión más satírica del momento. Nadie como ellos para plasmar el retorcido momento que vivimos. Nadie como ellos traducirían lo que muchísimos no entendemos a un lenguaje estremecedor. Nadie como ellos para sacar los colores a una sociedad burguesa putrefacta, a una sociedad globalizada, engañada y conformista, a una sociedad consumista, egoísta e hipócrita.

Hay que ser conscientes de que personas de esta talla no surgen todos los días, sabemos que no serían del gusto de la clase dominante, es evidente que para entenderlos hace falta un mínimo de sensibilidad mezclada con un toque de cultura, y hay que comprender que para muchos pasarían desapercibidos. Pero estoy seguro de que serían un revulsivo para otros tantos, serían los espejos planos donde mirarnos (ellos mirarían con espejos cóncavos y convexos), los ejemplos que seguir, los megáfonos que oír, los telediarios que escuchar, las noticias que creer, los corresponsales que admirar. Ante tanta zafiedad política, tanto partidista adocenado, tanto penco manido, tanta basura económica, algo tiene que hacernos reaccionar, y yo me quedo con mis pensamientos remotos, los más ocultos de mis razones donde aparecen mezclados los personajes grotescos de un actual Valle-Inclán y los monstruosos seres del eterno Goya.

Los que somos enemigos de lo bélico y creemos en otro tipo de batallas, estamos obligados a pensar que la degradante situación socio-político-económico-cultural que vivimos tiene que verse contrapuesta de manera razonable. No debemos de caer en la trampa que nos tienden desde el fortín de los que todo lo pueden. Ellos no quieren que pensemos, no quieren que la gran mayoría se entere de su poder absolutista, no quieren que se muestre su mundo cruel con ojos intelectuales. Por eso, más que nunca nos toca pensar, y esa será nuestra fuerza, la única forma de luchar, y por eso yo he elegido como armas la pluma del gallego y el pincel del aragonés, para desde mis adentros andaluces poder luchar en buena lid contra el esperpento caprichoso que nos atenaza.

Por Joaquín Caballero Ortega, publicado el 20 de mayo de 2012 en surdecordoba.com

lunes, 30 de abril de 2012

Está bien sorprenderse


A estas alturas de mi vida me congratulo por seguir teniendo capacidad para la sorpresa, supongo que eso es consustancial a mi capacidad de raciocinio y directamente proporcional a mi desconocimiento. Y eso contando con que la sorpresa se basa en lo inesperado.

Y me ha sorprendido leer que el alcalde de Cabra, mi estimado Fernando Priego, reclama cambiar la Ley para que los ladrones no sean puestos en la calle en menos que canta un gallo. Quiero pensar que esas palabras se deberán a una conversación más o menos privada que a lo que han llegado a ser, unas declaraciones de prensa, porque aviado está si pretende abanderar una cruzada para que cambie el Código Penal en “los chorizos a la calle, no”. Puede ser que esté pensando aprovechar que Gallardón está por la labor para meter también esta cuña. Y conste que yo comparto su preocupación y su incredulidad ante tal situación, para ambos injusta, y seguro que también es compartida por muchísimos de los lectores y no lectores, de unas tendencias ideológicas y de otras.

Nuestro Estado de Derecho tan garantista, proteccionista y progresista peca, en algunos casos, de crear situaciones sociales alarmantes por huir del más puro sentido común. Bien es cierto que el arbitrio de sus señorías tiene muchísimo que decir, pero también hay que tener claro que la legislación está hecha por los señores parlamentarios y no por los que, nada más y nada menos, se dedican a juzgar basándose en ella. Y no es la alarma social un buen termómetro para la Justicia, sin duda no se debe legislar a golpe de alarmismo, pero sí se debe de pensar antes de legislar qué puede dar lugar a ese rechazo social. En definitiva es la sociedad la que pone a los legisladores en su poltrona, así que menos tomar cafés y más pulsar constantemente lo que ella demanda.

Nuestras fuerzas de seguridad se juegan el pellejo capturando a los chorizos, emplean mucho tiempo y dispositivos que nos cuestan a todos bastante dinero. Como también el abogado del presunto delincuente, casi siempre de oficio y mal pagado por la Administración (véanse en prensa las protestas en Córdoba por parte del Colegio de Abogados) que asiste al detenido tanto en dependencias policiales como en los juzgados, que viaja desde quién sabe dónde dando igual la hora y el día. Y precisamente cuando los reos llegan al juzgado, sucede que por arte de birlibirloque son puestos en libertad, y esto da lugar a que sigan con sus fechorías mientras sale o no el juicio. Que esta es otra cosa que no puede pasar desapercibida y es causa de este jaleo, me refiero a la lentitud de la Justicia. ¿Cuántas veces hemos leído y oído en los medios de comunicación que un delincuente ha sido detenido por algo muy significativo y que contaba con veinticinco o treinta detenciones anteriores? ¿Qué pensamos los profanos en materia jurídica? ¿Y qué pasó realmente en esas detenciones? Pues eso, que le ha dado tiempo a delinquir todas esas veces mientras que está esperando que lo juzguen y lo sentencien a prisión por la primera fechoría. Aunque de la prisión se libran cuando es la primera vez y le imponen menos de dos años, así que cabe pensar que estarán a la espera de la segunda sentencia, digo yo. ¿No tienen los jueces instrumentos jurídicos suficientes en estos casos para decretar prisión preventiva? Porque eso sí lo prevé la ley, por eso dije antes lo del arbitrio de los jueces y que cada palo aguante su vela.

Sé que puede parecer banal tratar este tema sin exponer términos estrictamente jurídicos, como la diferencia entre hurto y robo, o la diferencia entre robo con o sin intimidación, robo con o sin violencia, con o sin nocturnidad y alevosía, en fin, todos esos supuestos que hacen que cada caso sea distinto y, por lo tanto, debiera tener una sanción diferente. Pero la cuestión es esa, que haya sanción más o menos inmediata, que es lo que ni el señor alcalde, ni yo, ni muchos de ustedes comprendemos.

Y sí, los robos en Cabra causantes del revuelo son, por así decirlo (quizás los afectados no lo vean así), de poca monta, ¿qué pasa con los ladrones de guante blanco, chaqueta y corbata? Ay, ese será otro tema para otro artículo porque esos son de talla mangante superior, están por todas partes y las leyes son aún más laxas para los intereses generales. ¿Me sorprenderá Fernando Priego pidiendo que cambien las leyes también para esta gentuza?

Ahora bien, hay otras muchas disposiciones judiciales que también pueden llevar a reflexionar a nuestro alcalde, que también pueden llevarlo a reclamar que se cambien las leyes porque no se sostienen más. ¿Hablamos de la Ley del Menor? No, que me enciendo. Perdónenme. Espero que en mi ciudad no se llegue a dar ningún caso que socialmente dispare las iras del pueblo llano en relación con este asunto, porque no quiero pensar la indignación del alcalde, basta con suponérmela, pero ¿se elevará como lanzadera contra una Ley justamente injusta? ¿Se alinearían todos nuestros concejales con ella? Si así la ven no deben de esperar a que pase nada para demostrar su rechazo, es ahora el momento de decirlo y de intentar cambiarla por todos los cauces legales.

Esto podría llamarse prevención, esto es no ir a golpe de alarma social. Pero permítanme ustedes que tenga mis muchas dudas de que algo así se hará. Se llevan mociones al Pleno Municipal de esas generales, que los partidos mandan a todos los concejales de todos los pueblos, y suelen ser aburridas y anodinas, precisamente por partidistas, incluso por eso mismo muchas cuentan con el rechazo de los que las oímos, además de por pensar que eso es cosa de otros foros. Ni a mí ni a muchos les pasaría lo mismo si alguno se atreviera con mociones sobre los temas antes expuestos. Sería gratificante y así daría gusto sorprenderse.

Por Joaquín Caballero Ortega, publicado el 30 de abril de 2012 en surdecordoba.com

lunes, 2 de abril de 2012

Tiene que llover a cántaros

Sería previsible con los tiempos que vivimos que al leer el título de este artículo alguien pudiera pensar que voy a hablar de la falta de lluvia y de la catastrófica sequía. También alguien pudiera pensar que me aventuro a hacer una semblanza de míticas canciones de cantautor pasadas de moda (que para mí son intemporales) por usar parte del estribillo de la canción más popular de Pablo Guerrero. Pues bien, ni una cosa ni otra, aunque es cierto que la emblemática canción del extremeño inspira y conduce el resto del escrito.
Difícil encontrar en boca de tanta gente dos dichos tan contrapuestos, a la par que en nuestras conversaciones decimos que no llueve, decimos que vaya con la que está cayendo. Claro que la primera expresión se refiere a la meteorología y la segunda a la situación precaria que vive la economía. Y si la lluvia es necesaria para nuestro campo y nuestros embalses, la que está cayendo con la crisis es una barbaridad que cuesta trabajo asimilar. Si la lluvia cae como consecuencia de un fenómeno natural y nada podemos hacer para que lo haga cuando a nosotros nos interese, supongo que sí se podrá hacer algo con el chaparrón de paro y recortes que nos está cayendo, porque esto es un fenómeno especulativo del despropósito capitalista en el que un gobierno detrás de otro nos ha ido metiendo, da igual del PSOE que del PP. Que la crisis es mundial, se me podría argumentar, vale, pero sería mejor decir que era, puesto que algunos países salieron de ella airosos mientras otros seguimos sumidos en la miseria mercantil más cruel que se recuerda.
Tu y yo muchacha estamos hechos de nubes. Pero ¿quién nos ata? Dame la mano y vamos a sentarnos bajo cualquier estatua. Que es tiempo de vivir y de soñar y de creer que tiene que llover a cántaros. Así empieza, nada más y nada menos, el poema musitado del cantautor, para abrir boca y empezar a vislumbrar que nos quiere decir algo importante que nos haga salir del ostracismo, antaño pudiera ser de una lúgubre dictadura, ahora yo diría que nos invita a salir de la crisis. Y eso sí, con ilusión, porque la lluvia purificadora tiene que llegar, no sabemos cuándo, pero cuando llegue lo hará a cántaros. Y deja esa pregunta, ¿quién nos ata? Para nuestra desgracia ahora estamos atados de pies y manos por las consecuencias de la codicia desmesurada, el pelotazo como ejemplo de vida ejemplar o por los enchufismos y corruptelas de los partidos políticos, sobre todo de los dos mayoritarios.
Estamos amasados con libertad, muchacha. Pero ¿quién nos ata? Ten tu barro dispuesto, elegido tu sitio, preparada tu marcha. Hay que doler de la vida hasta creer que tiene que llover a cántaros. Casi , hay que pararse un poco para saborear la letra y sacarle el jugo concentrado. No podemos perder la esperanza de cambiar, pero no el cambio aquel de Felipe González ni este de Rajoy, no, un cambio verdadero de rumbo en la visión de estado, incluso en la visión global del mundo. Esto no se sostiene así, demasiados desequilibrios, demasiada falsa libertad, menudo entramado que se han montado los que todo lo pueden. Hay que doler de la vida si logramos creer que existe otro modelo de sociedad mucho más justa. Una sociedad muy distinta a la que tenemos, un sociedad que mire al tercer mundo y le duela, que mire sentencias judiciales inauditas y le duela, que mire y recuerde las promesas políticas y tras la realidad le duela, que mire los desahucios de sus vecinos y le duela, que … porque seguro que cuando duele se reacciona.
Ellos seguirán dormidos en sus cuentas corrientes de seguridad. Planearán vender la vida y la muerte y la paz, ¿le pongo diez metros, en cómodos plazos, de felicidad? Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian que la siesta se acaba y que una lluvia fuerte sin bioenzimas, claro, limpiará nuestra casa. Hay que doler de la vida hasta creer que tiene que llover a cántaros. Así termina el poema, dándole a la banca en los morros, sin lugar a dudas da en el clavo una y otra vez, ¿es el poder económico el que nos ata? ¿Quién o quiénes lo consienten, quiénes así lo disponen, quiénes lo diseñan, quiénes nos engañan? Ahora mismo no veo esas señales de que esto se acaba, pero vivo con esa esperanza. Porque aquí tiene que llover, tiene que diluviar para que se limpie toda la miseria inmoral de los corruptos y la indignidad de los poderosos, que se limpie la mentalidad de los torpes y de los borregos, que se limpie, se higienice la avaricia imperante de la sociedad, que muchos cántaros de agua caigan para purificar este ambiente de zozobra que tienen los millones de parados, que llueva y que llueva para que los engaños burdos de los mandamases políticos, sindicalistas, banqueros, empresarios todopoderosos se extingan y dejen de tomarnos por tontos.
Se fueron las elecciones andaluzas y la huelga general, y la vida sigue igual. Tranquilos que ahora no voy a seguir escribiendo por Julio Iglesias, prefiero acabar este chaparrón dialéctico, que se salva por la poesía de Guerrero, pensando que tanta sequía no puede durar y que por el bien general tiene que llover a cántaros.

Por Joaquín Caballero Ortega, publicado el 30 de marzo de 2012 en surdecordoba.com

lunes, 27 de febrero de 2012

No me extraña


Algunos, como Caifás ante Cristo, parece que se rasgan las vestiduras con la política que está haciendo el PP y la verdad es que no lo comprendo. Ojo, no es que me parezca buena su acción política, es que es la que se esperaba de un partido conservador, o sea, de derechas. Así que nada me extraña su comportamiento al frente del gobierno de España con todo lo que está cayendo y con el patio que se ha encontrado.

La reforma laboral ha levantado ampollas. Era lógico que los sindicatos empezaran sus movilizaciones, para eso tienen tantos liberados bien pagados y con trabajo fácil, para de vez en cuando echarse a la calle con sus banderitas y sus pancartas sindicales a protestar por lo que les manden desde las cúpulas ugetistas o comisionistas. Pero pienso que las ampollas no es en ellos donde han surgido, sino en la clase media o media-baja de nuestra sociedad, esa que ve con desesperanza que no se crea trabajo, que de poco sirve estudiar, que ve cómo los bancos siguen con un poder inaudito, que los políticos van a su avío, que llega a fin de mes con lamentable penuria, que vive con inquietud el futuro inmediato porque el paro los circunda, que prefieren pensar en el hoy porque no saben qué pasará mañana. Nada creen en esa reforma ni en la financiera que ni entienden. Tienen todo que perder y nada que ganar. Se empieza a notar miedo. Es lo que hay, y tenemos lo que tenemos, ¿o es que nadie sospechaba ahora que eso era lo que Rajoy no quería decir explícitamente en campaña como medida anticrisis? Para mí ninguna sorpresa.

En materia de educación la cosa no ha podido empezar peor, el ministro del ramo anda como un elefante en una cacharrería desmontando de nuevo el sistema. No es que a mí me parezca perfecto lo que hay, pero es lamentable que Wert entre con políticas antipsoe basadas en quitar una asignatura muy digna, Educación para la ciudadanía, para poner otra más en consonancia con lo que marca la santa madre iglesia católica y apostólica. Pero ni siquiera eso hace que me extrañe, ¿cómo iba a hacerlo? Lo que me dejaría con cara de bobo es que hubieran actuado de forma contraria. La asignatura adoctrinaba, ya lo dijeron por activa y por pasiva, aunque los tribunales de justicia, esos a los que tanto respetan, dijeran que nanai de la China. Pero les da igual, adoctrina y punto. Eso sí, la asignatura de religión en la escuela pública como optativa no adoctrina, logiquísimo, por eso no hay que derivarla en exclusiva a las catequesis. Es la lógica de la derecha nacional-católica que está varada en el PP, por mucho que a algunos de sus miembros no les guste reconocerlo o no se sientan identificados totalmente con esta doctrina. Pero no se conformarán solamente con este golpe de efecto en nombre de Dios, y si no ya lo veremos. Y para golpe el que se han llevado los opositores (me refiero a los estudiantes para las oposiciones…) que llevaban bastante tiempo preparándose un temario y que el equipo Wert ha desmantelado a pocos meses de las mismas. Mi duda en este caso es si lo llevaban en el programa electoral o si ha sido por inspiración divina (o roucovalerista que para ellos es casi lo mismo). Y quieren quitar 4º de ESO para poner un año más de bachillerato, pero manteniendo la obligatoriedad de escolarización hasta los dieciséis años, o sea, el mismo perro con distinto collar. En definitiva, nada que extrañar.

Sin ninguna duda los de derechas están crecidos, muy crecidos. Se les ve en la tele, se les oye en la radio, y se les ve y se les oye en la calle. Me da la sensación de que muchos parece que han salido del armario, utilizo la expresión no en sentido sexual, sino que han estado agazapados como con temor al rechazo y ahora que los vientos están más a favor que nunca se muestran tal y como son, es como si se les hubiera quitado el complejo (complejo que en democracia es difícil de entender si de ideas se habla) y sienten que su discurso está indiscutiblemente en la mayoría de los que los rodean. Y además se ve en los jóvenes de derechas, muchos en las Nuevas Generaciones y que no se cortan un pelo en cantar el Cara al sol o hablar de Franco como de un libertador entrañable. Tienen el descaro que antes exhibía la joven izquierda de las Juventudes Socialistas o Comunistas, es como si se le hubiera dado la vuelta a la tortilla, quizás por lo cíclico que es todo en la vida. Pero si esos tenían como proclamas a los poetas malditos, a los cantautores reivindicativos o a los familiares callados a la fuerza, los de ahora van con el catecismo de Intereconomía, lo cual no es que me extrañe, es que me preocupa.

Tendría que extrañarme el verme aquí hablando de política, sobre todo por el descrédito que siento ante la inmensa mayoría de los políticos, pero no lo hago porque es consustancial a mí, y, además, porque ya poco va quedando para que los andaluces digamos quién queremos que nos gobierne y, como me pasó en las generales, noto como si el PP tuviera la victoria tan clara a la vista del resto de partidos que esa asunción de derrota les hace no llegar a la sociedad con sus discursos temiendo el rechazo. Y no me extraña, sobre todo en los socialistas, porque han sido tantos años de cortijo que los ERE son solamente la punta del iceberg. ¿Tendrá la solución Arenas? Rompiendo la tónica del artículo: me extraña.


Por Joaquín Caballero Ortega, publicado el 24 de febrero de 2012 en surdecordoba.com