sábado, 24 de abril de 2010

Estado de "primoño"

Cuando más tranquilo está uno siempre ocurren cosas que te alteran y que no te dejan más remedio que ponerte las pilas para seguir en la brecha.

Llevo unos pocos días que no paro de darle vueltas y vueltas a varias cosas que se resumen en una, mi vida, ¡toma ya, casi nada!, y eso que uno se piensa que siempre está dándole repaso a las cosas y que va, repaso se da muy de vez en cuando, haces balance con mucho tiempo en retrospectiva, vivencias mil que van desde tu familia, pasando por el trabajo y mil cosas más y terminando de nuevo en tu familia. Intentamos extraer lo verdaderamente importante y ver si hemos sido capaces de volcarnos en ello sin distraernos por urgencias de poca monta. Se intenta ver si hemos sido capaces de afianzar las cosas buenas en nuestro altar interior y dejar en el cajón del olvido lo malo, ahí guardado por si alguna vez hace falta sacarlo para recordarlo y no volver a tropezar en la misma piedra.

La verdad es que son días de mucha introspección, alguien diría de comedura de coco, y a veces tú mismo llegas a pensar si estás cayendo en un estado de ansiedad del que no eres consciente. Y es que te ocurren cosas raras, quieres reírte de lo que sueles hacerlo y no te sale, quieres hablar con quien normalmente estás encantado de hacerlo y prefieres la soledad, quieres aguantar los sofocos a los que estás acostumbrado con la misma resignación y lo que te sale es indignación, quieres querer como siempre y te sale un cariño de difícil entendimiento.

Son cosas de la primavera, aunque más bien se suelen asociar estos estados de ánimo al otoño. Y es que esta primavera no está siendo de renacimiento, parece más un otoño donde todo se cae porque ya no sirve, aunque viéndolo desde otro punto de vista a lo mejor es una auténtica primavera de cambios y nada más. La verdad es que no lo sé, será el "primoño".Espero salir ya, hoy, y es que ese es mi objetivo, no estar prisionero de mí mismo para volver a ser mi dueño, porque no hay mal que cien años dure y porque yo lo valgo, ¡que coño!

2 comentarios:

Marina dijo...

Enga, a la calle ya, que el sol todo lo cura. Como bien dices... "es el tiempo" que no tiene trastocaos' a todos. Un abrazo

Narán dijo...

Anda que ya te vale!!.

Ya hablaremos.

Besos, Narán