Condón sí, condón no

Que si condón sí, que si condón no, la tarara eclesiástica dando muestras de su anquilosamiento y sus contradicciones. Algunos habían pensado que por fin se veía una luz, o una Luz que iluminara a los prebostes del clero católico, pero ni luz, ni Luz, ni dios que la ha visto. En el mundo de los topos se debe vivir muy bien, eso es lo que parece, para qué cambiar con lo bien que estamos bajo tierra, en las más tenebrosas tinieblas, en el infierno de los elegidos.
Y mientras tanto la gente normal, normal por decirlo de alguna manera, los pobrecillos africanos o asiáticos siguen cayendo como moscas por el SIDA. Si por esos no se puede hacer nada desde la iglesia católica al menos deberían de mirar por los jóvenes que tenemos aquí cerca. ¿He dicho mirar?, vaya, se me volvía a olvidar que los topos no miran, si acaso su ombligo.