
Algunos pueden decir que esto de Halloween es aquí una fusión de tradiciones, y no está mal eso de fusionar, contamíname que diría Pedro Guerra o que cantarían Victor y Ana, pero contaminame con tus ojos y con tus bailes, con los labios que anuncian besos y así contamíname, mézclate conmigo que bajo mi rama tendrás abrigo. Porque quienes nos pueden contaminar con eso son los que nos cuentan el cuento del árbol dátil de los desiertos, los ritmos de las argucas, los ritmos de los tambores, los ritmos de los busuquis, los ojos negros, la danza inquieta del hechicero. Pero no quiero contaminarme con los que oprimen a todos esos, los que no tienen tradiciones porque no tienen historia y quieren exportar lo robado como propio, no sólo Halloween, recuerdad lo de Papá Noel que es más de lo mismo.
Lo siento, en un país donde lo que sobran son fiestas, a la par que trabajo, no entiendo ni entenderé estos productos norteamericanos que no aportan absolutamente nada. No obstante, quien quiera seguir los pasos de los yankis le deseo que disfrute, yo sigo con aquel famoso "yankis, go home".
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