Tiempo de pactos

Pactar está a la orden del día, si no se obtiene mayoría absoluta pues se pacta, hasta ahí todo correcto. Es algo consustancial al juego democrático, lo que no se suele entender bien es el pacto por el pacto, me explico: no gusta que se pacte por alcanzar a toda costa una determinada cuota de poder, también a algunos le parece feo que la lista más votada se quede fuera del gobierno porque los perdedores se unen contra ella. Hay que pactar con convicción, con serenidad, con confianza, con sentido común y comunitario, con estrategias consensuadas, con el propósito de formar equipo, con las metas claras y sin ánimo de colgarse medallas.

En Cabra habrá pacto, la primera y la tercera listas más votadas, PSOE e IU con apenas 250 votos de diferencia, se unirán para buscar estabilidad y criterios comunes que saquen a mi pueblo del letargo al que ha estado sometido por el gobierno andalucista. Y se unirán desde lo que ellos llaman el progreso, desde la izquierda. Yo no sé muy bien qué son estos terminos a veces tan abstractos, lo que sé es que tienen ideas concretas y claras a la par que muchas ganas de trabajar y hacer las cosas bien dejando al margen la prepotencia de los de antes.

Y tendremos como jefa del gobierno municipal a una mujer, la primera alcaldesa de Cabra, ahí es ná, lo cual no tiene que dejar de ser una coincidencia, aunque en el fondo todos sabemos que encierra connotaciones varias de difícil exposición.

Suerte a los pactantes, desde el 27 de mayo estoy impaciente, que no nervioso.